Mostrando entradas con la etiqueta Historias cortas Nalini Singh. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Historias cortas Nalini Singh. Mostrar todas las entradas

lunes, 8 de julio de 2013

Una conversacion... Nalini Singh



Iba ser parte de la trama de Play of Passion pero fue eliminada, asi que fue tomada como una historia anecdotica...
Unas pocas horas después de su discusión con Hawke, Indigo miró alrededor del claro y sintió su cálido corazón lleno de orgullo. Los jóvenes soldados descansaban en un semicírculo, las piernas estiradas y la espalda contra los árboles, eran fuertes, inteligentes y honorables. Ella estaría feliz de tener a cualquiera de ellos a su lado en una pelea.
"Tácticas", dijo después de haberse instalado.  "Sé que la mayoría de vosotros queréis…" Se detuvo, ladeó la cabeza y frunció el ceño, escuchando algo inesperado en la brisa. Sonaba como un niño, y esta zona estaba fuera de límites para los niños a menos que estuvieran)¡ acompañados de un adulto.
Echando un vistazo a Tai, asintió con la cabeza para iniciar el debate, mientras que ella fue a comprobar el ruido. El hombre joven lo hizo con una confianza que dejaba que estaba listo para ser promovido al rango de soldado completo. Tomando una nota mental para discutir la situación con Riley, pensó en cuales de los otros podrían estar cerca de su "graduación". Charlie estaba justo en el borde, pero tenía un problema de temperamento. Por otra parte, como Jem había demostrado en otro tiempo, si se canalizaba bien, ese temperamento podría convertirse en fuerza.
La tentación malvada del aroma de Drew susurró sobre ella antes de que lo viera agachado al lado de un pequeño cachorro, el pelaje del pequeño lobo suave, su aroma inocente. Ben, lo reconoció de inmediato. A pesar de que Drew tenía que haberla olido, él no miró en su dirección, por lo que ella se quedó con el hombro apoyado contra un árbol y observó, tratando de averiguar qué demonios estaban haciendo.
Ben inclinó la cabeza hacia arriba, tomó aire y luego soltó un silbido agudo.
La mirada de vergüenza en su rostro amenazó con hacer que Indigo sonriera, pero ella se contuvo. Sí, él era un bebé varón, pero seguía siendo un hombre. El orgullo era algo que parecía venir unido al cromosoma Y…
"Eso está mejor", dijo Drew, con una mano en la espalda del cachorro, "pero tienes que sacar el sonido de más bajo.” Levantando su cabeza, tomó un profundo aliento y lo dejó escapar.
La evocadora música del aullido de un lobo se hizo eco a través de los árboles.
No era tan fuerte como el sonido que provenía de la garganta del lobo, pero era lo suficientemente potente. Varios compañeros de manada respondieron de todas partes, lo que hizo que se erizara el bello de la nuca de Indigo, su lobo inmediatamente listo para unirse al alegre canto. Pero entendiendo que esto era una lección, mantuvo su silencio.
"¿Ves?" dijo Drew, con los ojos fijos en los de Ben. “Sácalo de tu corazón. Sé el lobo".
Ben volvió a respirar hondo, lo sostuvo y levantó la cabeza. 
El aullido que salió fue cortado súbitamente cuando el cachorro se detuvo con un yip, aparentemente sorprendiéndose a sí mismo. Drew se echó a reír, incluso mientras sus compañeros de manada respondían una vez más, por sus tonos haciéndose una pregunta. Mientras la miraba, Drew respondió, diciéndoles que todo estaba bien.
Ben se movió de debajo de la mano de Drew en ese momento y corrió hacia Indigo, con el cuerpo lleno de orgullo y emoción. Ella se agachó para acariciarle las orejas. "Bien hecho, Ben."
Asintiendo bajo su mano, levantó la cabeza y le mostró la garganta. Era un gesto de sumisión activa, una señal de que quería jugar. Se inclinó y tocó su nariz con la de él en un afecto abierto. "Tengo que ir a trabajar, pero jugaremos más tarde, ¿de acuerdo?"
Drew sostuvo al cachorro hasta que ella se puso de pie. "No dejes que te engañe, ya tiene una cita para jugar con Marlee."
Ben escondió su rostro en el pecho de Drew, Indigo comenzó a sonreír. Fue entonces cuando a Drew estiró la mano, la atrajo hacia sí y la besó con tal caliente minuciosidad que le salió el vapor por las orejas.
"Hola, Teniente," dijo él después.

miércoles, 3 de julio de 2013

Noche de película

Un vistazo a la vida de Judd y Brenna cuando tienen una noche para ellos, no hay asuntos de la manada de los que ocuparse y no tienen enemigos en la puerta. Esta pequeña historia pasa unos pocos meses después de Caricias de hielo (No mucho antes de Branded by Fire).



"¿Quieres salir a cenar?"
Brenna ocultó una sonrisa ante la pregunta que sabía que Judd sólo había hecho porque estaba tratando de ser un buen compañero. Él odiaba comer en restaurantes. Independientemente del hecho de que él era un maestro del disfraz sutil, pasaba todo el tiempo tenso, en alerta por amenazas. "No," dijo, "vamos a quedarnos en casa y ver una película. Tengo un par de pizzas congeladas que puedo meter en el horno y hacer una ensalada no llevará mucho tiempo.”
Su sonrisa fue lenta, tranquila y maravillosa. "¿Qué película quieres ver?"
Su corazón dolió por el hecho de que él no se escondiera de ella, a pesar de que era un hombre al que le habían enseñado a no confiar en nadie. “Tú eliges.”
"Te gustan los romances dramáticos que te hacen llorar." Las últimas palabras sonaron un poco desconcertadas.
Sacando las pizzas y colocándolas en la encimera, ella negó con la cabeza. "No, quiero que elijas algo que te guste a ti." Una cosa pequeña, muchos dirían algo intrascendente, pero esa gente no entendía que su compañero había vivido su vida en las sombras, obligado a sumergir su personalidad bajo una capa de hielo que sólo se había derretido por ella, pero eso no quería decir que no le hubiera dejado cicatrices. La diversión todavía era un concepto nuevo para Judd.
Ahora, sin decir una palabra, él se dirigió al panel de comunicaciones y sacó una lista de las últimas novedades. Él estaba tan serio que ella quería acercarse y besar su estupidez. Lo que conseguiría  que estuviera desnuda rápidamente. Debido a que en ese escenario, Judd definitivamente sabía convertir la idea de diversión en un arte, aunque todavía se negaba a revelar sus fuentes de investigación.
"Aquí". Él pulsó una opción en la pantalla grande del comunicador que habían movido por lo que colgaba en la pared frente a la cama.
Caminando, se puso las manos en las caderas. "¿En serio? ¿Quieres ver una película sentimental romántica de la época de las guerras territoriales? "
"Sí".
"Mentiroso." Él sólo la había elegido porque pensaba que ella la iba a disfrutar. "Tiene que ser tu elección."
"¿Cómo sabes que no me gustan las mismas películas que a ti?" 
Él estaba retándola. Ella sabía como era cuando estaba en ese estado de ánimo. Si ella lo empujaba demasiado, él se negaría a cambiar de opinión, así era Judd. Él era sexy, fuerte y la amaba hasta que ella podía sentir esa fuerza en cada célula de su cuerpo, pero el hombre tenía un núcleo de terquedad intratable.
"Cariño, ven aquí." Acunando su rostro en sus manos, se encontró con el chocolate amargo de su mirada, las manchas doradas como la luz del sol. “Quiero que tú disfrutes de esto.”
Su expresión se suavizó, su mano instalándose en su cintura. “Me gusta estar contigo.”
"Lo sé." La mujer y el lobo, las dos partes adoraban ser abrazadas por él. “Supongo que yo también quiero ver lo que te gusta a ti.” Descubrir una faceta oculta de este hombre hermoso y complejo que era suyo.
Judd se detuvo. "No sé lo que me gusta."
"Eso está bien." Deslizando sus manos por su pecho, ella robó un pequeño beso antes de ir hasta la pantalla y detenerse en el sub-menú. "Estas son consideradas películas de chicos. Como  eres un chico, elige una que pienses que parece interesante. "
Un brillo en sus ojos, se fue a la pantalla, mirando cuidadosamente las opciones. "Esta."
La imagen promocional era de un hombre en una selva tropical, con un machete, y una serpiente enrollada alrededor de su brazo como una especie de brazalete. 
Brenna se echó a reír. "Bien, esa es la primera."
La película era terrible. Horrible. Todo lo que podía ser malo, lo fue, la dirección, la producción, las localizaciones y la actuación, aunque no les ayudaban diálogos atroces como:
"Tengo que succionar el veneno de la picadura de tu pecho, muñeca. Es tu única oportunidad de sobrevivir, por lo que sólo recuéstate y deja que el experto se ponga a trabajar".
Incluso las serpientes no pudieron salvarla. Según Judd, y ella no sabía cómo lo sabía, los reptiles que habían utilizado para ser los super-monstruos no eran ni venenosos. Para el momento en que la película terminó le dolía el costado de tanto reír. “Al menos tenía hermosos abdominales.” dijo ella, enjugándose las lágrimas mientras salían los créditos finales.
Una ligera elevación de las cejas del hombre tirado en el sofá junto a ella, un sofá que de algún modo había sobrevivido a su Tk. Ella conocía esa mirada, también. Decía: ¿Por qué estás admirando el cuerpo de otro hombre?
"Oh, vamos", bromeó. "No me digas que no te fijaste en el escote de su co-protagonista.” Una co-protagonista cuya principal tarea había sido la de dejar caer su indecente bikini, el por qué llevaba bikini en el Amazona era otra tema, y gritar como una loca.  "Sobre todo cuando tenía que ‘salvarla’ heroicamente chupando sus tetas.”
"Me fijé en que su delantera no se movió,” dijo Judd en un tono frío. “no es normal con los procedimientos estéticos de bajo coste disponibles en la actualidad.”
Ella se atragantó con el vino que acababa de beber. Su compañero, sus ojos reían, aunque sus labios estaban sólo ligeramente curvados, le dio unas palmaditas suaves en la espalda hasta que ella pudo respirar de nuevo. Señalándolo le dijo. "Ese fue gracioso, Judd Lauren." Y había gente que pensaba que no tenía sentido del humor. ¡Hah!
Alcanzando el mando a distancia, él la acercó a su lado para que ella pudiera acurrucarse cerca, y comenzó a pasar por el menú. "Esta."
"Oh Dios", Brenna murmuró con fingido horror al ver al mismo tipo que acababan de ver defenderse de las serpientes mutantes ‘letales’, esta vez dejando al descubierto sus dientes contra un, improbable, tigre dientes de sable. “He creado un monstruo.”
Judd la besó caliente y duro. "Sabes que es lo que quieres."
Ella descaradamente arqueó el cuello para otro beso. "Sí, creo que sí." Apretando el mando a distancia, empezó la película y ella se apretó contra él, la mano sobre su corazón. No había otro lugar o persona, donde o con quien prefiriera estar en ese momento.

domingo, 30 de junio de 2013

Historias Cortas... Nalini Singh
















La Ducha

Esta pequeña escena ocurre muy pronto en la relación de Lucas y Sascha, tal vez un par de meses después de La noche del cazador.
“Lucas” Sascha patinó hasta detenerse en el borde del balcón de la guarida y miró abajo para ver a su compañero trabajando, con el cuerpo empapado de sudor.

Él miró hacia arriba. "¿Me necesitas, gatita?"
Siempre, pensó, ella siempre lo necesitaba. “Algo está mal en la ducha." Sostuvo la toalla con mayor firmeza entre sus pechos. “Sólo caen unas gotas.”
Él sonrió, mirándola como la pantera que era. "¿Estás desnuda?"
"No" técnicamente correcto. "Esta toalla es muy grande."
Él se quedó en su lugar, con las manos en las caderas, una mirada en sus ojos en la que ella no confiaba. "Digamos que arreglo la ducha, ¿qué recibo a cambio?"
Ella se mordió el labio inferior. Jugar con Lucas se está convirtiendo rápidamente en una segunda naturaleza, pero el gato tenía una ventaja sobre ella en este tipo de juegos. "Una comida hecha en casa."
Él se estremeció. “No, gracias. Tu idea de una comida hecha en casa es una tarta de chocolate con chocolate caliente, y luego, galleta de chocolate de postre."
"¿Qué hay de malo en eso?"
"No es alimento para un hombre."
Ella sonrió, lo miró de arriba abajo. "Mi hombre."
"Nu-huh". Negó con la cabeza, acariciándose el cabello de los hombros. "No voy a caer en eso. Vamos, haz un trato. Que sea interesante."
"Te voy a cepillar hasta que tu pelaje esté todo brillante."
Él frunció el ceño. "Mi pelaje  es lo suficientemente brillante, gracias. Creo que te quieres quedar sucia."
"Hmm." Ella se inclinó sobre la barandilla. "Si vienes a arreglar la ducha, voy a dejar que la compartas conmigo."
Él hizo una mueca, pero sacudió la cabeza otra vez.
"Bueno, está bien." Ella suspiró "Recitaré la lista de posiciones sexuales que memoricé como parte de un ejercicio de entrenamiento mental."
Dicha lista había sido una de sus pequeñas rebeliones en la PsyNet, una pequeña manera de satisfacer las necesidades que no podía reconocer.
"Las recitarás mientras enjabono tu delicioso cuerpo." Sacando las garras, él comenzó a escalar el árbol hasta la guarida.
"Eso podría interferir con la concentración."
Él cayó de pie frente a ella, una pantera alfa con juego sensual en sus ojos. "Vamos, a recitar. Ya sabes lo que eso me excita”.
"No has mirado la ducha todavía." Sus ojos se estrecharon cuando captó el destello de la autocomplacencia del gato en su mente. "¿La rompiste a propósito?"
"¿Por qué iba a hacer eso?" Toda inocencia.
Su boca se abrió. "¡Tú eres... descarado!"
"No, yo sólo sé cómo negociar." Inclinándose hacia adelante, empezó a tirar de la toalla.
Ella la agarró fuerte, lo empujó hacia atrás con una explosión de Tk. "Tramposo."
Él gruñó por el impacto de la telekinesis, y simplemente tiró más fuerte. "Perdedora."
Ella lanzó la toalla sin previo aviso. Él se quedó inmóvil en su lugar. Girando sobre sus talones, ella entró en la guarida... y le cerró la puerta en las narices. "Ahora, ¿quién es el perdedor?"
Dejando caer la toalla, le dio una oscura mirada masculina. "No estoy contento."
Sabía muy bien que estaba imitando lo que ella a veces le decía a él. "Y no me importa." Se dio la vuelta, era consciente de que él tenía una vista perfecta de su trasero en retirada, ella agitó sus dedos y se dirigió a la habitación, luego a la ducha.
Ahora que sabía que él la había saboteado, sabía que tardaría poco… justo a tiempo para mojarle la cabeza a Lucas mientras entraba.